viernes, 14 de noviembre de 2025

OpenAI depura ChatGPT: la compañía corrige el enigmático problema de la “raya larga” en sus respuestas

OpenAI soluciona el uso excesivo de la raya larga en ChatGPT y mejora el control del usuario

OpenAI ha anunciado una actualización discreta pero significativa en el funcionamiento de ChatGPT: el chatbot ahora puede dejar de utilizar la raya larga —ese característico signo de puntuación que inundó textos generados por IA en los últimos meses— cuando el usuario así lo solicite. La compañía asegura que, tras semanas investigando el comportamiento del modelo, finalmente ha desactivado la tendencia automática a incluir este signo, especialmente notorio en trabajos académicos, correos corporativos, publicaciones en redes y otros entornos donde su presencia constante despertó sospechas sobre el uso de inteligencia artificial.

La llamada “raya larga” se convirtió en una suerte de sello involuntario del chatbot. Aunque para muchos escritores ya era parte natural de su estilo, el hecho de que ChatGPT pareciera recurrir a ella de manera casi obsesiva alimentó un debate sobre su impacto en la detección de contenido creado por IA y sobre la calidad lingüística de los modelos generativos. Usuarios reportaron que era imposible evitarla, aun pidiéndolo explícitamente. Esto provocó que algunos lectores interpretaran su aparición como evidencia directa de que un texto había sido producido por inteligencia artificial, aunque no fuera un indicador fiable.

El propio CEO de OpenAI, Sam Altman, fue quien confirmó públicamente la solución. En un mensaje publicado en X, Altman aseguró que la compañía finalmente logró que ChatGPT obedeciera las instrucciones personalizadas para eliminar la raya larga. Describió la actualización como “un logro pequeño pero importante”, enfatizando que este tipo de detalles también forman parte de la mejora continua de los modelos de lenguaje.

La explicación técnica proporcionada por OpenAI es sencilla: el modelo seguirá utilizando la raya larga en su comportamiento por defecto, pero ahora será capaz de reducir su presencia o eliminarla completamente cuando el usuario lo especifique mediante las opciones de personalización. Esto lo convierte en un ajuste fino más dentro del ecosistema de ChatGPT, en un momento en el que la empresa busca ampliar el control del usuario sobre el estilo y la estructura del contenido generado por IA.

En Threads, la compañía acompañó el anuncio con un mensaje más distendido, en el que obligó humorísticamente al chatbot a “disculparse por arruinar la raya larga”. Sin embargo, el trasfondo es más relevante: la actualización refuerza la importancia del diseño de comportamientos lingüísticos en sistemas generativos avanzados. El uso sistemático de ciertos signos de puntuación puede parecer un detalle menor, pero cuando millones de usuarios dependen del modelo para generar contenido profesional, académico o comercial, estos matices se vuelven esenciales.

El incidente también ha puesto de relieve uno de los mayores desafíos en la evolución de la inteligencia artificial conversacional: lograr que los modelos sigan instrucciones específicas sin perder coherencia, naturalidad ni consistencia. Aunque las IAs son capaces de generar texto complejo en segundos, pequeñas preferencias estilísticas todavía pueden escapar a los controles programáticos. La solución anunciada demuestra que OpenAI continúa afinando la capacidad del modelo para ajustarse con precisión al estilo que cada usuario necesita.

Con esta mejora, ChatGPT se vuelve más flexible y menos predecible en su huella lingüística, un paso importante en un contexto donde la autenticidad del contenido y la diferenciación entre texto humano y generado por IA siguen siendo temas de intenso debate. Para los usuarios, representa una herramienta más precisa; para la industria, otro indicio del avance hacia modelos de lenguaje más controlables y personalizables.

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