Meta enfrenta tensiones con Scale AI pese a inversión millonaria en inteligencia artificial
Meta apostó fuerte por Scale AI con una inversión de más de 14.000 millones de dólares en junio y la incorporación de su fundador, Alexandr Wang, junto a parte de su equipo directivo. La jugada buscaba fortalecer Meta Superintelligence Labs (MSL), el ambicioso proyecto de la compañía para acelerar su camino hacia la superinteligencia artificial. Sin embargo, a solo unos meses, la relación comienza a mostrar grietas.
Uno de los fichajes clave, Ruben Mayer —quien ocupaba un rol estratégico en la gestión de datos— abandonó Meta tras apenas dos meses. Aunque él argumenta que su salida responde a motivos personales, fuentes cercanas revelan que su papel dentro de los equipos de IA fue más limitado de lo esperado.
Más allá de las salidas de ejecutivos, la tensión radica en la calidad de los datos que Scale AI aporta. Pese a la fuerte inversión, el equipo de investigación de Meta trabaja también con competidores como Surge y Mercor, cuyos servicios de etiquetado son valorados por su precisión. Esto resulta inusual en el sector: rara vez un laboratorio que invierte sumas tan altas en un proveedor busca alternativas de manera tan activa.
Scale AI, fundada en 2016, construyó su modelo en torno al crowdsourcing y al bajo costo de anotación de datos. No obstante, el avance de la inteligencia artificial exige ahora perfiles altamente especializados —desde médicos hasta científicos— para refinar los datos que entrenan a modelos de última generación. Mientras Scale intenta adaptarse con su plataforma Outlier, rivales como Surge y Mercor lograron posicionarse antes con un enfoque basado en talento experto y mejor remunerado.
El contexto tampoco juega a favor de Scale AI. Tras la inversión de Meta, gigantes como Google y OpenAI dejaron de contratar sus servicios, lo que forzó a la compañía a despedir a 200 empleados en julio. Aunque su nuevo CEO, Jason Droege, asegura que la firma reorientará esfuerzos hacia contratos gubernamentales, los movimientos reflejan una pérdida de tracción en el mercado comercial.
Dentro de Meta, la llegada de Wang y de investigadores de alto nivel procedentes de OpenAI y Scale AI tampoco ha sido del todo fluida. Empleados describen un entorno de creciente burocracia y tensiones entre los nuevos equipos y el antiguo grupo de GenAI, que ha visto reducido su margen de acción.
La apuesta multimillonaria de Mark Zuckerberg en IA buscaba dar un golpe de autoridad tras el criticado lanzamiento de Llama 4. Sin embargo, los problemas de integración y las dudas sobre la calidad de los datos ponen en entredicho si Scale AI es el socio ideal para la estrategia de Meta en inteligencia artificial.
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