miércoles, 2 de julio de 2025

OpenAI desautoriza tokens vinculados a su nombre ofrecidos por Robinhood

📰 OpenAI rechaza el uso de su marca en tokens que simulan participación accionaria

En un nuevo giro que sacude los límites entre innovación financiera y propiedad tecnológica, OpenAI ha salido al paso para desmentir cualquier vínculo con los llamados tokens OpenAI que Robinhood ha empezado a comercializar en Europa. A través de una publicación desde su cuenta oficial de prensa en X (antes Twitter), la compañía dejó claro que no respalda ni ha autorizado la venta de estos activos digitales.

“Estos tokens OpenAI no son capital de OpenAI”, escribió el equipo de prensa de la compañía. “No nos asociamos con Robinhood, no participamos en esto y no lo respaldamos”.

Esta contundente declaración responde directamente al anuncio de Robinhood, que recientemente lanzó una nueva iniciativa para ofrecer acciones tokenizadas de empresas privadas, como OpenAI y SpaceX, usando tecnología blockchain. La plataforma asegura que su objetivo es democratizar el acceso a empresas tecnológicas líderes, históricamente reservadas a inversores institucionales.

💡 ¿Qué son estos tokens y por qué preocupa a OpenAI?

La estrategia de Robinhood se basa en contratos tokenizados que siguen el precio estimado de las acciones privadas. Sin embargo, OpenAI subraya que estos productos no otorgan derechos de propiedad ni participación accionaria real en la empresa. Toda transferencia de acciones auténticas, explicó OpenAI, requiere su aprobación directa, la cual en este caso no ha sido otorgada.

Aunque la oferta pueda parecer innovadora desde una perspectiva tecnológica, plantea dudas sobre la transparencia y la legalidad en torno a la tokenización de activos privados, especialmente cuando involucran marcas tan sensibles como OpenAI.

📉 El modelo SPV detrás del producto tokenizado

Robinhood ha explicado que sus tokens están respaldados por participaciones indirectas a través de una entidad de propósito especial (SPV). Esto significa que no se compran acciones reales de OpenAI, sino una fracción de participación en una empresa que, a su vez, posee esas acciones.

Este tipo de estructura, aunque común en entornos financieros avanzados, es compleja y propensa a malinterpretaciones. De hecho, los precios de los tokens vinculados a estas SPV pueden no reflejar con precisión el valor real de las acciones subyacentes, lo que genera una zona gris entre la innovación y la especulación.

🧠 Tecnología blockchain vs. propiedad real

Robinhood defiende su propuesta como un primer paso hacia la inclusión financiera impulsada por la tokenización de activos mediante blockchain. Vlad Tenev, CEO de la compañía, señaló en X que su modelo "siembra la semilla de algo mucho más grande", al permitir que cualquier persona acceda a la economía de las startups más prometedoras.

Sin embargo, desde el ángulo tecnológico, tokenizar no equivale a legalizar. Sin el consentimiento de las empresas implicadas, estos activos digitales podrían dar lugar a falsas expectativas o incluso inducir a error a los inversores minoristas.

⚖️ El precedente de OpenAI y los límites de la innovación

Esta no es la primera vez que una empresa tecnológica se enfrenta al uso no autorizado de sus acciones o imagen en mercados secundarios. En meses recientes, la startup de robótica Figure AI envió notificaciones legales a plataformas que ofrecían acciones sin su aprobación. Este tipo de iniciativas ponen en evidencia la tensión existente entre el deseo de abrir los mercados privados al público y la necesidad de mantener control y transparencia en la circulación de propiedad empresarial.

Por ahora, OpenAI ha optado por no hacer más comentarios, pero su postura marca un precedente claro para el futuro de la tokenización en el ámbito tecnológico: la innovación financiera no puede ir por delante del consentimiento corporativo.

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